También juegan en el torneo, pero desde la grada

También juegan en el torneo, pero desde la grada.

SEATTLE — A diez pies de distancia de las jugadoras de baloncesto que buscaban avanzar a sus equipos a la Final Four Femenina, había otro grupo de estudiantes nerviosos.

Estaban acurrucados en la parte inferior de la arena de compromiso climático unos 30 minutos antes de la punta, con los brazos colgando uno alrededor del otro. Ellos también se estaban preparando para jugar.

“¿Qué debemos hacer?” Dulce María Lara Flores, estudiante de último año de la Universidad de Iowa, preguntó al grupo a su alrededor. Ellos respondieron: “Nosotros nos hacemos cargo”. Estaban bromeando de un lado a otro, y su tono creció hasta que el grupo saltaba arriba y abajo.

“¡Uno, dos, tres, línea de bocina!”

En todo el país, docenas de equipos de animación universitarios han seguido a sus compañeros de clase mientras compiten en los torneos de baloncesto masculino y femenino de la NCAA. Mientras los equipos se enfrentaban a la presión de sobrevivir y avanzar a la siguiente ronda, grupos de unos 30 miembros de la banda tocaron la banda sonora del juego desde las gradas, pasando las líneas laterales.

Con asientos en el campo y cartas formales de excusa por ausencia a sus profesores, los integrantes de la plantilla pueden tener los mejores trabajos en el torneo.

“Es una experiencia de inmersión durante todo el mes”, dijo Amy Acklin, directora de la banda de música de la Universidad de Louisville, en el vestíbulo del hotel del equipo, antes de despedirse de su banda Haley Van Leith y los Cardinals. Del enfrentamiento de cuartos de final con Caitlin Clark e Iowa.

Algunos miembros de la banda de Louisville han estado de gira durante casi cinco semanas. Asistieron a los Torneos masculino y femenino de la ACC en Carolina del Norte ya la primera y segunda rondas del Torneo femenino de la NCAA en Texas, y estaban cerrando una aparición en la ronda regional en Seattle. Durante ese tiempo, Acklin a menudo monitoreaba las pruebas de los estudiantes y enviaba escaneos a los profesores en Louisville.

Caleb Thornhill, un estudiante de tercer año de Louisville en la batería, estaba preocupado por quedarse atrás en la clase de historia. Garcie Sizemore, un alumno del saxofonista tenor, la perseguía en las lecciones de teoría musical. “Hice un examen de matemáticas mientras el equipo de baloncesto pasaba para desayunar”, dijo Ohana Helberg, aprendiz de trombonista.

Mientras los miembros de la banda conversaban sobre su agenda (un viaje de regreso al campus, algunas audiciones, algo de lavado de ropa, tal vez), se detuvieron para asegurarse de que no sonara como si se estuvieran quejando.

Uno de ellos dijo que pudieron ver a Van Leith anotar triples en el campo. Y el baloncesto es más divertido y más fácil de entender que el fútbol, y hay otra armonía. Además, no hay competencia real entre los equipos, por lo que todos hacen amigos en el camino. Algunos de los músicos dijeron con orgullo que los miembros de la banda de Mississippi felicitaron los arreglos de Louisville. A veces, los miembros de la banda de diferentes escuelas intercambian gorras y camisetas.

sin rivalidades? ¿Ni siquiera antes de los juegos más grandes? “Quiero decir, todos somos hijos de una banda”, dijo la trompetista de Iowa State Callie Cairo. Un grupo de trompetistas asintieron rotundamente. Les gusta decir que las bandas siempre ganan. “Somos el mejor departamento para los estudiantes”, agregó Cairo.

Definitivamente son los más altos.

Cuando Iowa está cerca de su estadio local, el Carverhawk Arena, el equipo trae consigo la ventaja de jugar en casa. Los miembros de la banda llamaron Carver North al Target Center de Minneapolis, sede del torneo Big Ten de este año. El Climate Pledge Arena en Seattle, hogar de los octavos de final y de los cuartofinalistas, pronto fue apodado Carver West por los miembros de la banda y la delantera de Iowa McKenna Warnock. Los miembros de la banda dijeron que el American Airlines Center en Dallas, hogar del equipo Final Four, obviamente sería Carver South.

Tampoco está de más que Iowa tenga una gran base de seguidores que siguen al equipo. Antes del partido del domingo, cientos de fanáticos de Hawkeye se reunieron en una cervecería a varias cuadras del estadio. Cuando la banda y los fanáticos se detuvieron para dar una actuación rápida, la multitud estalló. Un mar de teléfonos se elevó al unísono para capturar la escena. Los favoritos actuales de los fanáticos incluyen “Separate Ways” de Journey y “Holiday” de Green Day.

“Todos fueron llamados para averiguar por qué estamos aquí, el increíble equipo de baloncesto femenino”, dijo Drew Bonner, asistente de enseñanza graduado de la División de Iowa. Dijo que sus jugadores saben cómo levantar a los jugadores en el campo, y los jugadores, entrenadores y fanáticos son generosos al mostrar su apoyo al equipo.

Bonner ha dominado el arte de liderar el equipo y ver el juego al mismo tiempo. Su cabeza en un poste antes de insinuar. Hay reglas de la NCAA a seguir y flujos de juego a tener en cuenta. Hay momentos para subir la energía de la afición en la grada y momentos para guardar silencio.

Mientras bandas y equipos opuestos intercambiaban partituras y canciones el domingo por la noche en Seattle, los miembros de ambas bandas lucharon por permanecer en sus asientos. La emoción y la anticipación eran demasiado a veces.

En última instancia, el juego se convirtió en un escaparate para Clark, quien hizo su primer triple-doble de 40 puntos en cualquier juego de torneo de la NCAA, masculino o femenino.

Ambos equipos jugaron con igual intensidad durante los instantes finales del encuentro. Al final, Iowa venció a Louisville 97-83 para avanzar a la Final Four. La banda de Louisville Babe tomaría un vuelo nocturno a Kentucky, y la banda de Iowa volaría directamente a Dallas.

Con la seguridad del juzgado acercándose para la ceremonia de corte de red, los miembros de la banda de Iowa se unieron en confeti festivo y lluvias de fotos. La mayoría de ellos luchaban por hablar, ya que habían perdido la voz por los vítores.

Mientras los jugadores firmaban autógrafos y se hacían fotos con la afición, Lara Flores subió a una escalera para cortar un pequeño trozo de red del segundo borde.

Ella también se dirigía a la Final Four.

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